Inicialmente es una conducta normal entre cachorros, a veces ocurre que el propietario no sabe manejar esta forma de juego y originamos un problema por desconfianza o ansiedad en el animal. Lo mas importante es diferenciar esta conducta de una agresividad real, para eso estamos los profesionales.
Por poner un ejemplo: el tipo de ladrido es diferente. Durante el juego los animales vocalizan y usan distintos tonos y ruidos. En una agresión, el gruñido no suele variar el tono y es más gutural. Además, el lenguaje corporal del perro es distinto. Desde la Clínica del Estadio en Cádiz os recomendamos algunas cuestiones importantes:
¿Cómo corregir esta conducta no deseada?
Recomendaciones:
- Cuando tenemos un cachorro que juega de esta manera, lo ideal es que aprenda a controlar la fuerza. Lo que se recomienda es si muerde de forma suave y se va animando, en el momento en que empiece a apretar hacer un sonido de dolor, como un ¡ay! fuerte, normalmente el cachorro deja de hacerlo. Luego, cuando empieza la conducta damos la queja desde el inicio.
- Otra recomendación en no jugar con las manos e iniciar nosotros el juego, no hagas movimientos y mariposas delante del animal.
- Hay que establecer periodos de juego estructurados, por ejemplo jugar en la calle y no en casa.
- Empezar el juego con una palabra y terminarlo con otra. Usar juegos de obediencia como la pelota y jugar de forma combinada.
- No sobreexcitar al animal.
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