Inicialmente es una conducta normal entre cachorros,  a veces ocurre que el propietario no sabe manejar esta forma de juego y originamos un problema por desconfianza o ansiedad en el animal. Lo mas importante es diferenciar esta conducta de una agresividad real, para eso estamos los profesionales.

Por poner un ejemplo: el tipo de ladrido es diferente. Durante el juego los animales vocalizan y usan distintos tonos y ruidos. En una agresión, el gruñido no suele variar el tono y es más gutural. Además, el lenguaje corporal del perro es distinto. Desde la Clínica del Estadio en Cádiz os recomendamos algunas cuestiones importantes:

¿Cómo corregir esta conducta no deseada?

Recomendaciones:

  • Cuando tenemos un cachorro que juega de esta manera, lo ideal es que aprenda a controlar la fuerza. Lo que se recomienda es si muerde de forma suave y se va animando, en el momento en que empiece a apretar hacer un sonido de dolor, como un ¡ay! fuerte, normalmente el cachorro deja de hacerlo. Luego, cuando empieza la conducta  damos la queja desde el inicio.

  • Otra recomendación en no jugar con las manos e iniciar nosotros el juego, no hagas movimientos y mariposas delante del animal.

  • Hay que establecer periodos de juego estructurados, por ejemplo jugar en la calle y no en casa.

  • Empezar el juego con una palabra y terminarlo con otra. Usar juegos de obediencia como la pelota y jugar de forma combinada.

  • No sobreexcitar al animal.

Recuerda:

1. Estas conductas no deseadas aparecen en la infancia, corrígelas antes de que sean un problema.

2. Son conductas fáciles de corregir y con buen pronóstico inicial.

3. Pregunta a tu veterinario, el sabrá aconsejarte sobre qué hacer en cada momento.